We the Lion
10 de Noviembre · Sala Planta Baja – Granada · Apertura de puertas: 21:00
“Nosotros somos el león”, “Todos somos uno”, así se define la banda revelación peruana de indie folk con influencia marcada del “Americana”.
We the Lion es una banda de hermanos de la vida. Jóvenes limeños criados por familias amantes de la música. Alonso Briceño, Luis Buckley y Paul Schabauer se hicieron amigos de niños en el colegio. Su carrera musical se inició en el año ’93, y con tan sólo ocho años de edad, cuando Alonso y Luis hicieron su primera presentación frente a 150 alumnos de primaria. Paul se uniría cuatro años después, formando una banda de rock llamada Dharma. Fue en Dharma cuando tuvieron sus primeras apariciones en público, participando en distintos concursos universitarios e incluso ganando uno en el año 2005. Poco tiempo después, Luis partió a España a continuar su educación universitaria, y la banda se separó por unos años.
En el año 2011, Alonso volvió a escribir música. Paul y Luis se unieron y nació un proyecto. Durante meses escribiendo música, decidieron crear un álbum conceptual, un disco diseñado como un todo, una historia de emociones humanas de principio a fin.
Su música comenzó a sonar a fines del 2016, calando rápidamente en la escena local de Perú gracias a un spot publicitario. Sin embargo, demostrando que no serían una banda de un solo hit, los ‘lions’ presentaron su álbum debut “Violet”, recibiendo muy buenas críticas a nivel mundial.
“Violet” fue grabado en EOG estudios, junto a Edu Olive y David Chang. El álbum fue mezclado por David Chang y masterizado en Nueva York por Joe LaPorta de Sterling Sound.
“Violet” se trata de un disco conceptual de 11 canciones que nace del estado emocional de los componentes en el momento de la grabación, relatando una historia de amor, separación y resignación en 42 emocionantes minutos.
“Es un disco muy emotivo y muy honesto y eso se refleja en las canciones”, describe Luis Buckley, a cargo del ukelele y la voz. “Había un plan”, añade Briceño. “Antes hemos hecho cinco discos fallidos porque los grabábamos en nuestras casas. Esta vez diseñamos una sala de ensayos, grabamos en estudio. El disco no es muy complicado, pero esa simpleza y minimalismo era lo que buscábamos. Desde el inicio, con el productor David Chang, sabíamos que el camino correcto era tener una buena composición”.